Un día me enamoré de
una montaña. Fue
un amor a primera vista, y con el tiempo mi estima hacia ella se vio
recompensada.
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El Muztag Ata |
Corría el ya lejano
1988, hacía poco más de un año que se había abierto el tráfico la que ahora es
la mítica Karakorum Highway, una sinuosa carretera que sube desde Pakistán
siguiendo el valle del río Indo hacia el Khunjerab Pass (4901 m), frontera con China. De
bajada hacia Kashgar, ya en el Xinjiang chino, una averia en el destartalado
autobús de línea nos tuvo a todo el pasaje durante varias horas al sol. Justo
ante nosotros se alzaba una montaña colosal, preciosa, atrayente. Observando
sus vertientes nevadas iba trazando una imaginaria vía de ascenso y la
correspondiente bajada. Al
llegar a Kashgar, después de muchas peripecias conseguía un permiso para poder
subir el año siguiente a aquella montaña que me había encantado: el Muztag Ata.
Así,
en julio de 1989 un numeroso grupo de amigos hicimos el peregrinaje a través de
Pakistán y con éxito subimos y bajamos esquiando esa ansiada cima. El
triunfo fue total: de dieciocho expedicionarios diecisiete en la cumbre, dos
chicas conseguían el récord español femenino de altura y además colaboramos en
el rescate de un austríaco que se había perdido, lo encontramos en una grieta y
pudo salvar la vida.
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El Khunjerab Pass |
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Cerca del Muztag Ata |
La experiencia me
cautivó tanto que al año siguiente repetía, esta vez como guía para la agencia de viajes Muztag, subiendo de nuevo a la cima con unos catalanes, una pareja de
vascos y dos andaluzas. Y
por si aún no tuviera bastante, el año 1991 rehacía la Karakorum Highway, esta
vez en bicicleta, junto a un grupo de ciclistas y acompañando a un grupo de
Televisión Española que filmaba un programa que se llamaba "Alatul". La
expedición ciclista también estaba organizada por Muztag Viajes. La
atracción del Muztag Ata era tanta que habíamos planeado subir hasta el campo
base, y así lo hicimos, aunque hay que decir que el esfuerzo para llegar con
las bicis hasta los 4.420 m de altura fue considerable.
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Hacia el campo base |
¿Qué, cómo y cuándo?
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Desierto y glaciar |
El Muztag Ata, Muztagh Ata o Muztagata de 7.546 metros es
el tercer pico en altura del Kun Lun. El
Kun Lun es una de las grandes cordilleras asiáticas, con casi 2.500 km de longitud
(el Pirineo, de Hendaya el cabo de Creus tiene 432 km). La
cima más alta es el Kongur, con 7.723 m y le sigue el Kongur-Tiube de 7595 m. Esta
larguísima cadena montañosa casi rodea por el noroeste la meseta tibetana y la
aísla del desierto de Taklamakan. En
su extremo sur se junta con la cordillera del Karakorum y en el extremo más
occidental confluye con las montañas del Pamir. Justo
aquí, cuando se divisan las sierras del Pamir a poniente es donde se encuentra
el Muztag Ata. Por
carretera está 235 km al sur de Kasghar, en plena Ruta de la Seda. El
nombre Muztag Ata significa en la lengua uigur "padre de las montañas de
hielo".
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Subiendo al campo I |
El Muztag Ata está formado por dos montañas divididas por
un profundo corte. Esta
forma se explica a partir de una antigua leyenda: "Una hermosa princesa se
enamoró del príncipe de las nieves, que habitaba en la cima del Qogir (el K2). Los
embelesados amantes se citaban en el Muztag Ata, pero un día, el padre del
chico, que desaprobaba el romance, cogió un palo y de un fuerte golpe en la
montaña la separó en dos cumbres y cada amante se quedó en uno de ellos. Desde
ese momento la princesa no cesó de llorar y las lágrimas que derramó se
convirtieron en la nieve que cubre de manera perpetua la montaña y en los
glaciares que bajan por las laderas y se internan en el desierto".
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Campo I |
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Hacia el campo II |
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Campo II |
Por sus características, con pocas pendientes acusadas y
obstáculos rocosos, el Muztag Ata es la mejor montaña del mundo superior a los
7.500 m para la práctica del esquí de travesía. Los
deportistas pueden bajar esquiando desde la misma cima hasta donde termina la
nieve. Otra manera
práctica de ascender a ella es con raquetas. Las
problemáticas que se presentan a los alpinistas se ciñen a los efectos de la
altura, los peligros de las grietas ocultas y la aparición repentina de niebla.
Los
peores accidentes se han dado por malas condiciones de visibilidad y algunos alpinistas
se han perdido en las anchas vertientes cercanas a la cumbre.
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El autor en la cumbre del Muztag Ata |
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Bajando desde 7.546 m |
La mejor época para afrontar la ascensión es entre
mediados de julio y finales de agosto. La
estrategia del ataque debe ir en función de si se sube a pie y raquetas o con
esquís. Las
personas bien entrenadas y aclimatadas, si ascienden con esquís pueden limitar
la subida a dos campos de altura: un primer campo situado a 5.560 m y el
segundo sobre los 6.600 m (no hay problemas de espacio donde poner las
tiendas). Los
que suban con raquetas lo más conveniente es instalar un primer campo donde
empieza la nieve perpetua (aprox. 5.430 m), un segundo campo a 6.200 m y un
último emplazamiento a unos 6.750 m. De
todas formas lo más importante es disponer del máximo de días para la
aclimatación y algún día más de reserva por si hubiera mal tiempo. Los
programas que se ofrecen a veces son demasiado cortos y fuerzan a los
alpinistas a quemar etapas, provocando que no siempre se consiga la
aclimatación necesaria -hay que recordar que la cumbre, pese a ser fácil, está
por encima de los 7.500 m-. Mejor pagar
unos pocos euros de más por unos días adicionales, aunque en el mejor caso uno se
adapte bien a la altura y no haya tormentas y luego tenga que desperdiciar
estas jornadas en el campo base, a que no se consiga la cumbre por
ajustar demasiado las etapas y subir mal aclimatado.
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Descenso en la zona de grietas |
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El mercado de Kashgar |
Y con la cima en el bolsillo, la mejor manera de
celebrarlo es irse a Kashgar y disfrutar del espectáculo del mercado semanal de
los sábados. Quizás,
caminado entre los camellos, cabras, caballos, puestos de comida y de ropa, uno
se sienta un poco transportado en los tiempos en que la Ruta de la Seda era la
principal vía comercial del planeta.
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