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martes, 8 de marzo de 2011

GUÍA DE CHINA – El Patrimonio Mundial de Unesco (III)

LOS TULOU DE FUJIAN


En la tercera entrega sobre el Patrimonio Mundial de China he querido mostraros uno de los lugares que más me sorprendió. Se trata de un conjunto formado por 46 edificios, situados a lo largo de 120 km, al sudoeste de la provincia costera de Fujian, y que quedó inscrito en la selecta lista de patrimonio el año 2008. 


   Entre campos de té, arrozales y plantaciones de tabaco se alzan, imponentes, los tulou. Los tulou son viviendas grupales, construidas entre los siglos XII y XX en las que se han primado criterios de defensa o autoprotección. Las viviendas son circulares o cuadradas, de una gran belleza, rodeadas por altos muros de adobe cerrados por tejados de teja oscura. Los de construcción redonda se parecen en cierta medida a una plaza de toros. Pueden llegar a tener hasta cinco niveles y albergar a 800 personas. Desde el exterior son accesibles por una sola puerta de entrada y casi todas las ventanas y balcones están abiertos hacia un espacio interior. En el primer nivel se encuentran las cocinas y comedores, los pisos altos están ocupados por habitaciones. En algunos casos el centro del patio está ocupado por un pequeño templo, en otras ocasiones el oratorio se sitúa en el último piso. Todas las casas siguen al pie de la letra las teorías del feng shui.


Cada tulou servía de vivienda a la totalidad de los miembros de un mismo clan del grupo étnico hakka. A cada unidad de tulou se le llamó “pequeño reino familiar”. Los mejores edificios se remontan a  construcciones de los siglos XVII y XVIII. Uno de los motivos por los que Unesco los ha elegido es por ser un ejemplo único de asentamiento humano en el que se conjuga la vida en comunidad y una función defensiva, en plena armonía con el entorno inmediato. Bastantes construcciones tulou están documentadas desde su creación y se tiene constancia de los nombres de los fundadores de los clanes desde el siglo XIII, dándose muchos casos en que la misma rama familiar habitó de forma continuada el mismo edificio desde su construcción hasta la actualidad.  


Los hakka, son un grupo de origen incierto, también conocido como «invitados» o «los      que vienen de fuera», tiene una larga historia y una rica tradición cultural. Algunas teorías atribuyen su procedencia a la zona central de China. Según parece se desplazaron progresivamente desde la actual provincia de Shanxi hacia las de Henan y Jiangxi. Más tarde se movieron hacia las provincias de Hubei, Hunan y Anhui. Posteriormente a las provincias de Fujian, Guangdong, Hainan y Taiwan. Otros supuestos consideran a los hakka como un subgrupo de los han. Hay teorías que les relacionan con Japón debido a ciertas similitudes culturales.

Los hakka eran agricultores y autosuficientes, pero con las guerras fueron desplazados. Su trayectoria queda en parte demostrada por los vestigios que restan de su cultura. Este carácter emigrante les ha valido el apodo de los «gitanos de China» o el de los «judíos de Oriente». El mejor testimonio de la cultura hakka es la casa o tulou.


Las mujeres hakka son conocidas por sus vestidos de color negro, pero también por su carácter y fuerte personalidad (nunca aceptaron la tradición Qing de vendarse los pies, pues no iba con su papel en la sociedad). Mientras los hombres se ocupaban de la defensa ellas realizaban el resto de tareas. Seguramente a esto se debe que reciban un trato igualitario al hombre, sean independientes y que participen en la toma de decisiones. El grupo valora mucho la educación y la tradición*.

* Extracto de la guía de viajes RUMBO A CHINA, de Josep Giró i Toni Vives, Editorial Laertes.


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